Cada vez son menos los días que quedan para la nueva edición
de la San Silvestre Vallecana. Cada vez, la ilusión de volver a correr por el
centro de Madrid con las calles llenas de gente animando por la tarde / noche es
mayor. Y como no, cada vez mi obsesión por que llegue este día aumenta.
El año pasado fue el primero que hice running. Todo empezó
como una tontería … , un regalo de reyes, unas zapatillas, unos pantalones y un cortavientos. Todo ello para poder hacer algo de ejercicio entre semana. Recuerdo que
los primeros días apenas era capaz de hacer un par de kilómetros, así que ni
mucho menos me planteaba hacer una carrera de 10 Km. Pero el año fue avanzando y
cada vez corría más y más, no lo hacía mas rápido, pero si abarcaba mayor distancia hasta llegar a
salir tres días por semana y correr 12 Km cada uno de los días.
Un día llego mi mujer y me dijo…. “Te he apuntado a
la San Silvestre” ¿Qué? ¿Cómo? ¿Por qué? y ahora qué hago, voy a tener que
participar en una carrera!!!! Voy a quedar el último!!!! La verdad, los nervios
se apoderaron de mí, pero según avanzaba el tiempo, me sentía cada vez más y más
convencido de poder acabarla.
Hasta que por fin llego el gran día, El evento para el que me
había preparado durante los últimos dos meses. Qué puedo decir??? la salida fue
impresionante, la carrera …., la más bonita en la que he participado, el
ambiente, el público las circunstancias... . Todo muy especial y muy emotivo. La
marca 57 minutos.
Así que este año la San Silvestre ha sido la única prueba que
he tenido ganas de correr. Es la prueba para la me llevo preparando 365 días. Mientras he
participado en pruebas tanto de running como de Mtb mucho más duras, pero
ninguna igual de bonita y de especial que la San Silvestre Vallecana.
La verdad es que para mí se ha convertido en una especie de
obsesión, hasta tal punto que cuando entreno diariamente visualizo tramos de la
carrera y me imagino como será y como tengo que correrla. El primer Kilómetro
más despacio hasta subir la primera cuesta, después mejoramos el ritmo, … .
Tengo muchísimas ganas de volverme a ver corriendo de noche por las calles de mi
ciudad, con cantidad de madrileños animándome, los grupos de música
tocando a lo largo del recorrido y yo con mis cascos, en mi burbuja disfrutando
con una sonrisa de oreja a oreja acompañado de 40.000 participantes más hasta
llegar a Vallecas donde de verdad sientes el calor de la gente y donde el ánimo
de los vecinos de este barrio te empujan a subir la avenida de la Albufera como
una exhalación.
De verdad para mí se ha convertido en toda una experiencia,
una sensación, una … Obsesión.
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