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martes, 2 de junio de 2015

Rascafría, Ruta con encanto



De nuevo llego el fin de semana, con un tiempo espectacular y con muchas ganas de volver a subirnos a la bici. Esta vez no tocaba hacer nada radical o complicado, solo teníamos pensado salir a disfrutar de la sierra, la bici y la compañía. es decir, una ruta “con encanto”.

A las 09.00 de la mañana nos presentamos en el parking del monasterio del Paular, Nico, Pepe y un servidor. En apenas quince minutos estábamos listos para dar pedales, así que cruzamos la carretera y pusimos rumbo a las presillas que a esas horas estaban completamente desiertas. Dejamos estas atrás por una ancha pista que en pocos metros paso a convertirse en un sendero de apenas un metro de ancho que transcurría por un bosque de robles y pinos. Continuamos nuestro camino paralelos al arroyo de la Angostura, así continuamos hasta pasar un pequeño embalse y unos pocos kilómetros más arriba, aprovechamos un pequeño puente de madera para cambiar de orilla del río y continuar la subida por una pista forestal en muy buenas condiciones.


Tras unos kilómetros de subida por la pista, nos desviamos a mano derecha para continuar la subida por un sendero hasta la carretera M-604 donde simplemente tuvimos que cruzar la para coger el camino viejo del Paular (que se encuentra un poco abandonado) y por el que continuamos hasta cotos y el parque nacional de Peñalara.


Una vez en Cotos aprovechamos para recoger agua y comer algo antes de salir por la carretera en dirección a Valdesqui. Tras apenas 1 km, nos desviamos a la izquierda para llegar al refugio del Pingarrón.


Una vez en el refugio, aprovechamos para ponernos las protecciones (no por tratarse de un duro o largo descenso) para continuar por un pequeño sendero con inclinación ligeramente descendente que nos volvía a llevar hasta el arroyo de la angostura, El sendero es muy divertido y bastante fácil aunque tiene unos últimos 50 metros bastante rotos y técnicos.


Tras el sendero, volvimos a coger la pista para deshacer lo andado anteriormente hasta el desvío de la cascada del purgatorio. Una vez en este cruce, nos quitamos las protecciones y comenzamos una subida por pista que más tarde se convertiría en un calvario por lo difícil del terreno para llegar a la cascada del purgatorio, lugar impresionante en medio de la sierra madrileña.


Una vez alcanzada la cascada del purgatorio, volvimos a descender hasta uno de los chiringuitos de las presillas donde nos tomamos un par de frías latas de cerveza.

En resumen, ruta de 38.16 Km con un desnivel acumulado de 956 metros, el 95% de la ruta es ciclable (toda menos el último tramo de la cascada del purgatorio), la mayor parte de la ruta transcurre por senderos con algunos tramos de pista y apenas unos metros de carretera, la ruta se me hizo dura en la parte final ya que nos tocó empujar la bici, por el resto, la ruta es un RUTÓN impresionante con unas vistas espectaculares.